R1- DEL VIÑEDO A BARLUENGA
Rutas por el Abadiado de Montearagón
 
 

 

Estacionamos nuestro vehículo en las proximidades de la ermita del Viñedo en el espacio habilitado como aparcamiento. Con la finalidad de recorrer las nuevas rutas que han sido señalizadas recientemente bajo el epígrafe de rutas familiares por el Abadiado de Montearagón. Hoy recorreremos la Ruta 1 Viñedo-Barluenga 2,4 Km.
 
 
 
 

 
 

Tomamos rumbo noroeste dirección Barluenga, dejamos tras nuestros pasos un pequeño olivar, alguno de los troncos de los olivos de gran diámetro nos indican su gran longevidad.

 
 
 
 
 
 
 
Los primeros metros transcurren por pista, dejamos a mano derecha la población de Castilsabas.
 
 
No podemos evitar mirar hacia atrás, dejamos a nuestras espaldas Santa Eulalia la Mayor con su Atalaya del S XI, siempre vigilante de nuestros pasos.

 
Tras pasar verdes campos de cereal, dejamos la pista y tomamos una senda a mano derecha (todo debidamente señalizada) la cual transita entre muros de piedra seca, alguno de los mampuestos son de gran tamaño, las carrascas conforman un pequeño pasadizo, en el entorno próximo atravesamos unas parcelas yermas, un pequeño viñedo sus cepas se retuercen en el olvido.

 
Dejamos atrás algunas parcelas de almendros, otras de olivos y alguna de viñedo. En pocos minutos de nuevo hacen aparición pequeñas construcciones auxiliares de mampostería, pilares y esquinazos de sillería, paredes de tapial, como indicativo de que nos aproximamos a Barluenga.

 

Sobre el caserío destaca la iglesia dedicada a San Andrés. Citamos a Adolfo Castán Lugares del Alto Aragón: “sigue la línea del gótico aragonés y fue levantada en 1562, portada renacentista .



Recorremos sus calles, zócalos , esquinazos y cadenas de sillería, puertas de entrada bajo arco de medio punto, alguno de ellos con dovelas cajeadas.


 

En la entrada del pueblo se encuentra la cruz de término. También nos acercamos hasta la fuente de sillería planta rectangular tejado de losas a cuatro aguas. Obras del S XVIII.

 
 

En el Campo Santo se emplaza la ermita de San Miguel nos acercamos hasta ella, leemos el panel informativo próximo: “el gran tesoro de la ermita reside en su ciclo de pinturas murales, realizadas al fresco

 

de estilo gótico francés que exhibe en el presbiterio, la zona próxima al altar. La construcción de la ermita y sus pinturas se pueden fechar a finales del siglo XIII y principios del siglo XIV”.

 
Diario del AltoAragón 24/01/2010 ver artículo pag1   pag2
 
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ww.marianoseral.com j. Mariano Seral