<%@LANGUAGE="VBSCRIPT" CODEPAGE="1252"%> DE BARA A RODELLAR
DE BARA A RODELLAR
 
 


 
 
 

Una vez que llegamos a Bara, hacemos un pequeño recorrido por sus calles, edificios de mampostería, tejados de losas, aunque en la construcción moderna ya aparece la teja, arcos de medio punto y puertas adinteladas dan acceso a las viviendas. En una de las casas la ventana tiene motivos decorativos. El pueblo esta dividido en dos barrios.
Como en toda excursión llevar la indumentaria adecuada, no cometer imprudencias, ser conscientes de nuestras condiciones físicas, no ir sólos, llevar móvil, mapa, etc.

 
 
 
 
 


 
 
A la entrada del pueblo una borda con un gran porche con orientación sur para aprovechar el calor de los rayos del sol .
 
 
 
 
 
 
 
 
Nos acercamos hasta la Iglesia , situada en un pequeño tozal. Esta dedicada a San Pedro, edificio de origen románico, del siglo XIII, se realizaron algunas reformas en los siglos XVII y XVIII, ábside semicircular con puerta bajo atrio abovedada, característico del románico rural. Unos metros delante hay una pequeña pila de agua. En la torre bajo los vanos de las campanas se aprecia un reloj de sol . (Textos mesa interpretación entrada del pueblo)
 
 
 
Dirección norte seguimos una senda paralela al cauce del Alcanadre en pocos minutos nos lleva al molino harinero, el edificio en el cual tenía lugar la molienda está construido de mampostería irregular así como su distribución, tejado de 4 aguas que resiste a duras penas, en la vertiente este se aprecia el vano por el cual tenía lugar la salida del agua, bóveda de piedra. Desde Bara cruzamos el Alcanadre por un pequeño puentecillo y tomamos dirección Nasarre, la senda esta desbrozada y con abundantes hitos, por el este observamos el cañón cincelado por dicho río con sus verticales escalones, tonalidades grisáceas azuladas con alguna pincelada rojiza entre la Cabeza de Guara y la sierra Lupera
 
 
 
Entre muros de piedra seca llegamos a Nasarre nos reciben bordas con sus paredes de mampostería, tejados de losas, en alguna de ellas se aprecia que ha sido utilizada como improvisado corral recientemente, entramos en el pueblo, alguna puerta adintelada, arcos de medio punto, tejados y paredes derruidas, más al oeste un signo de esperanza la iglesia ha sido restaurada, nos acercamos a ella, antes de entrar leemos la información que nos brinda la mesa de interpretación: “La iglesia de San Andrés, declarada Monumento Histórico Artístico, corresponde a un templo románico levantado en el s.XI, y remodelado en el s XVII. Está construida en obra de sillarejo. Consta de nave rectangular con ábside circular orientado al este, una pequeña capilla en la zona norte y torre cuadrada adosada al sur junto a la cabecera. Se accede desde el sur a través de un pórtico de medio cañón. En el interior la nave se cubre con bóveda de medio cañón al igual que la capilla, y bóveda de esfera en el ábside .(textos: mesa interpretación)

 
 
A la obra románica pertenece la nave y el ábside. Este presenta el exterior sobre el vano abocinado una alineación de arquillos ciegos característicos de la escuela lombarda coronados a su vez por el friso con baquetones cilíndricos típicos del románico del Gallego también llamado serrables. La torre, la puerta y pórtico pertenecen al s XVII. La torre, tiene tres cuerpos, utilizando el inferior como sacristía, cuenta con varias líneas de vanos siendo los de la parte inferior en forma de aspillera.” (textos mesa interpretación).
Desde la Iglesia se aprecia una gran extensión de terreno hoy yerma que fueron campos de cultivo. Por el norte asoma la majestuosidad de los Pirineos .

 
 
 
Unos metros más al este se sitúa la fuente del pueblo, esta unos metros por debajo del nivel del camino, es necesario bajar 14 escalones para llegar a las cristalinas aguas, la fuente tiene bóveda apuntada de piedra y paredes de mampostería alineada, un pequeño tejado de losas de dos aguas la cubre .
 
 
 
Tomamos dirección sureste pasando por los antiguos campos de labor hoy abandonados, dejamos a mano derecha la Sierra Lupera. Va aumentando la presencia del erizón, las rocas calizas sobre las que pisamos adquieren formas caprichosas típicas del paisaje kárstico. Tras pasar el Tozal de Moros, a mano izquierda divisamos unas amplias parcelas que en antaño denotan que fueron cultivadas, entre ellas un edificio de grandes dimensiones se trata de la pardina de Villanúa, más al este divisamos Otín, destacando la Iglesia .
 
 
 
Avanzamos unos metros más y llegamos al dolmen de la Losa Mora , según la mesa de interpretación que le acompaña en 1935 el profesor Martín Almagro, lo excavó encontrando huesos de varias personas junto a hachas de piedra, puntas de flecha, cuchillos de sílex etc .
Seguimos en nuestro caminar por el este el Tozal de las Gleras, paredes calizas con numerosas fisuras en una de ellas nos sorprende como una carrasca ha echado raíces adaptándolas a las dimensiones de la hendidura, en la base una pequeña oquedad en alguna ocasión ha servido como improvisado refugio. Por la derecha el tozal de Nasarre, vamos descendiendo entre los angulosos esquistos de caliza. Hasta que llegamos a los campos de Seral.
 
 
 
Se trata de una vaguada, se aprecia el terreno aterrazado, al oeste podemos ver la planta rectangular de un edificio de mampostería, próximo a el se acumulan tejas y losas del tejado desmantelado. Consultamos el libro de José Luis Acín Fanlo, Tras las huellas de Lucien Briet: “Pardina o Casa Seral también conocida por los lugareños como Caseta. Ese lugar, según nos indica Abilio Escarpín y Victoria Javierre de “Casa Colomas” de Rodellar, era utilizado antes de la última contienda civil como caseta de monte, y sus campos se llevaban desde Rodellar, pertenecía a tres propietarios y en la que se laboraban los campos y se llevaba el ganado para que pastara por sus inmediaciones”. En dicha bibliografía también aparece una fotografía de la pardina tomada el 16/10/1908, se aprecia el tejado de losas de dos aguas, en la fachada principal 4 ventanas dos por planta y la puerta de entrada con orientación sur.
Por el oeste tenemos una buena vista de la Cabeza de Guara .
 
 
 
Comenzamos el descenso con cierta pendiente hacia el barranco de Mascún, atravesando alguna pedrera, por el oeste la vertical pared de peña Grau, en el descenso observamos desde nuestra posición la ermita de la Virgen del Castillo en lo alto de un tozal calizo, inexpugnable por la vertical pared de la vertiente norte. Una vez en el seco cauce del barranco del Mascún tomamos dirección norte hasta llegar a la base de la Cuca Bellosta , se trata de una aguja caliza, acompañada por una curiosa formación pétrea la Ciudadela .
 
 
 
Desde la Ciudadela cambiamos de dirección hasta llegar a la fuente del Mascún punto a partir del cual el cauce del barranco comienza a llevar cierto caudal del agua, esta surgencia es fruto de las condiciones Kárticas de la Sierra , el agua cuando llueve se filtra al interior de las montañas para posteriormente aflorar en fuentes.
Las pareces del barranco adquieren formas caprichosas en uno de los crestones la erosión a cincelado una ventana que se asemeja a la silueta de un delfín .
 
 
 
Llegamos a la senda que nos saca del curso del Mascún y nos deja en la población de Rodellar, va ascendiendo aprovechando el descansillo del zigzag, llegamos a un cruce en el cual dirección norte se dirige a la Ermita del Castillo, en esta dirección también se encuentran los restos de un horno de cal. De planta circular, paredes de mampostería .
 
Bibliografía: Mesas de interpretación de la zona. Tras las huellas de Lucien Briet de José Luis Acín Fanlo.
ver artículo pdf pag1, ver artículo pdf pag2 , ver artículo pdf pag3
 
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ww.marianoseral.com j. Mariano Seral