<%@LANGUAGE="VBSCRIPT" CODEPAGE="1252"%> POR LA SIERRA DE BALCED
 
POR LA SIERRA DE BALCED
 
 
 
 

En la excursión de hoy, estableceremos como punto de partida Rodellar, iremos hasta la ermita de Sta. Marina, pasando por los pozos de nieve de Bagüeste.
Rodellar, Pedruel, las Almunias y San Saturnino, forman un pequeño valle, las aguas del Alcanadre han ido modelando este paisaje, en las duras calizas han esculpido el cañón de entrada en la Cabeza de Guara, y con salida en las calizas de la Peonera, la pequeña explanada al estar compuesta por materiales de menor dureza permitió su arrastre, y pequeños depósitos dando lugar a las terrazas fluviales.
Como toda excursión es necesario llevar la ropa adecuada, botas, agua, ser conscientes de nuestras condiciones físicas, hay varias subidas de gran pendiente, la del barranco de la Virgen, la del barranco de la Glera, no ir solos, llevar móvil, mapa, ser respetuoso con la naturaleza, etc.



   

Tomamos dirección noreste hacía Cheto, a lo largo del camino una vez más esta presente la cultura de la piedra, la senda bordeada por muros de piedra seca, en un tramo el terreno la pétrea estatificación conforma un escalonado natural, nos detenemos para observar las casas que componen el pequeño poblado de Cheto, nos recuerdan a San Pelegrín en cuanto al material utilizado. Nos acercamos hasta una pequeña era, permanece en ella al paso del tiempo un pequeño rodillo de piedra troncocónico, el radio interior es menor al exterior para poder describir una trayectoria circular a la hora de compactar este recinto. En uno de los bordes podemos ver las piedras que la limitan inclinadas hacía el interior para que el grano a la hora de la trilla no se saliese.

 

   

Dejamos a mano izquierda el desvío que nos llevaría hasta la Ermita de la Virgen del Castillo, punto desde el cual hay una buena vista del barranco de Mascún. Seguimos por la vertiente sur del barranco de la Virgen , en la otra ribera observamos la Cueva del Foricón, aunque hay larga distancia se aprecia su interior ahumado y un pequeño muro delante de ella de piedra seca. La senda cruza el seco cauce del barranco, aunque unos metros más arriba se olle el discurrir de sus aguas, que se filtran bajo los cantos de caliza. Vamos ascendiendo por el tozal de San Martín, ganamos en campo visual, a nuestra espalda dejamos el verde de las parcelas sembradas de Rodellar, Pedruel, ...... con sus márgenes bien delimitadas. A mano izquierda el barranco de Mascún. En la imagen podemos ver la Ciudadela y la Cuca Bellosta.

   

La senda avanza entre buchos, atravesamos una pequeña pedrera, la senda se aproxima a un acantilado al Mascún, tomamos asiento sobre una roca caliza y dedicamos unos minutos a recorrer las geometrías del pétreo paisaje, la gran cantidad de agujas calizas que bordean el barranco del Mascún , las hay de diferentes alturas y diámetros, tonalidades azuladas grisáceas, se conjugan con el verde de la vegetación que se aferra a las pequeñas grietas.

   

Las precipitaciones caídas unos días antes han aumentado el caudal de los barrancos que desembocan en el Mascún, escuchamos desde nuestra posición el zumbido amortiguado por la lejanía del agua de una pequeña cascada. El agua sigue en su labor escultórica, moldeando el paisaje.

   

La senda pasa a ser una pista abandonada, el erizón y algún pino intentan borrarla, pasamos por unas parcelas abancaladas pero yermas. Llegamos al barrando de la Glera , su cauce es un canchal, al este se abre paso entre varios crestones de gran altura. La pista en muy malas condiciones sube con gran pendiente entre carrascas. A mano izquierda observamos Cabeza de Guara y más a el oeste asoma el Tozal de Guara.

   

Antes de llegar a las Forcas un panel informativo nos indica los pozos de nieve de Bagüeste, nos acercamos hasta ellos, el primero de sección circular, esta restaurado, en su construcción se utilizaron mampuestos retocados, en la parte alta y a media altura podemos observar los mechinales en la misma circunferencia

   

El segundo pozo tiene forma ovalada, se utilizaron mampuestos de diferentes tamaños no siguen filas regulares, están ligeramente retocados, cuenta con unos escalones de sillería en total 16 que llegan hasta una pequeña plataforma con el objeto de facilitar el empozado de la nieve (también esta restaurado)

   

Del tercer pozo queda parte de la sección oeste de la pared, todo indica que debía ser de planta circular . Otros pozos visitados: Cuello Bail, Del Duque, Campoluengo. Tomamos asiento para seguir contemplando estos pozos y descansar durante unos minutos, e intentamos con el pensamiento viajar en el tiempo y ponernos en el lugar de esas personas que trabajaban en este enclave, las condiciones tan duras en las que tenían que desempeñar esta labor. Pero el hombre con su gran capacidad de superación y desarrollo avanza en su historia, asumiendo nuevos retos día a día, las personas que empozaban la nieve en estos pozos seguro que no imaginaban que estas construcciones perderían su utilización y serían sustituidas por frigoríficos. Dichas construcciones quedan como reseña de la historia del hombre, y de su evolución. Cada eslabón generacional aporta su saber para que la siguiente generación pueda progresar en mayor medida.

   

Por el norte divisamos el Pirineo con sus blancas cumbres cubiertas por nieve.

 

Dejamos a mano derecha el tozal de Forcas con sus 1540 metros de altitud. Tenemos que detenernos cada pocos metros para ir observando el paisaje, por la izquierda el Mascún sus geometrías van variando conforme avanzamos, por la derecha el Río Isuala.

   

Unos metros antes de llegar a las puntas de Santa Marina nos topamos con unos muros semiderruidos de mampuestos de tamaño irregular así como su distribución, todo indica que se trataba de un corral de planta rectangular, tenía también caseta para el pastor, todavía se conservan parte de los muros y alguna losa utilizada en la techumbre, por el norte rodeados por buchos y erizón .

   

LLegamos a las puntas de Santa Marina (1490 metros de altitud) observamos el paisaje, el Río Isuala, Peña Surta nos hace un guiño para que la visitemos en alguna ocasión y poder ver los restos del castillo que se localizan en esta estratégica posición.

   

La ermita de Santa Marina situada a 1490 metros de altitud. De planta rectangular, paredes de mampostería ligeramente retocada de tamaño irregular así como su distribución, las jambas de sillería, en el dintel un crismón y figura la fecha de su construcción 1883. Tejado de dos aguas de losas . Tiene una pequeña ventana por la vertiente sur.

 
Documentación consultada: Pozos de Nieve y Hielo en el Alto Aragón de Pedro A. Ayuso Vivar. Mesas de interpretación de la zona, El Parque de la Sierra y los Cañones de Guara, de David Gómez Samitier.
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ww.marianoseral.com j. Mariano Seral