PUENTE VILLACANTAL ABRIGOS DE ARPÁN
 


 
 
 
En la excursión de hoy iremos al Covacho de Arpán pasando por el puente de Villacantal. Establecemos como punto de partida Alquezar, bonito pueblo, su nombre de origen árabe Al-Qásr, fortaleza. Como en toda excursión llevaremos la indumentaria adecuada, estaremos atentos a las predicciones meteorológicas, ya que pasaremos por el curso de uno de los barrancos, llevar móvil, no ir solos, etc.



   
Los primeros metros de la senda transcurren entre terreno escarpado a pesar de ello observamos la disposición abancalada de las tierras para el cultivo, en la imagen podemos ver todavía algún almendro y olivo. Los mampuestos de los muros de piedra seca son de tamaño irregular así como su distribución. La forma de dichos mampuestos esta en función de los estratos más próximos de los cuales se obtenían, es decir si el estrato es de losas alargadas el muro esta compuesto por este tipo de material.
 



   
 
Una vez que hemos llegado al collado de S. Lucas la senda desciende por la vertiente oeste del cañón entre algún pequeño canchal. Disfrutaremos del paisaje, de un lienzo multicolor compuesto por los tonos rojizos y grises de las paredes del cañón que se conjugan con los verdes de la vegetación con alguna pincelada estacional de amarillo de las aliagas.



   
Llegamos al puente medieval de Villacantal, presenta un aspecto remozado, ha sido restaurado, tiene doble arco, es curioso ver como el puente no tiene la típica disposición perpendicular al cauce del río, el segundo arco presenta un giro entorno a unos 45 grados hacia el norte. Tiene tajamar central, bien visibles los mechinales, carece de pretil. Una vez que pasamos el puente en la concavidad de la mole de roca, las aguas de escorrentía han ido combinando diferentes tonalidades de ocres y marrones consiguiendo un lienzo abstracto de gran belleza, al mismo tiempo que lo contemplamos podemos escuchar el sonido del discurrir de las aguas del Vero, respirar el olor a río, notar el frescor de la brisa en nuestra tez de las primeras horas de la mañana.
 



   
 

Seguimos por la senda hasta que llegamos a la entrada del Barranco Lumos, punto en el cual giramos a mano izquierda hacia Peña Villacantal, pasaremos por delante de la fuente del Trucho y de la Cueva de la Fuente del Trucho, una verja protege la entrada. Dicha cueva estuvo ocupada hace unos 24.000 años durante el paleolítico, sus habitantes se dedicaban sobre todo a la caza de caballos. En sus paredes pintaron caballos, manos, etc. (Fotografía obtenida de la mesa de interpretación situada frente al covacho de Arpán.)

 
   
Tanto en las paredes del Vero como en las de los barrancos próximos podemos ver numerosos covachos que fueron utilizados desde vivienda, refugio, paridera, etc.
   
Llegamos al abrigo de Arpán también protegido por una verja metálica. Al estar en la vertiente sur esta soleado y resguardado de los vientos. A la izquierda el terreno esta abancalado, para su cultivo.
   
Miramos en su interior y de distingue claramente la figura de un ciervo, el resto de las pinturas están más deterioradas por el paso del tiempo, el techo del covacho esta ahumado. En esta excursión se disfruta de un paisaje de gran belleza, también nos habla de la historia del hombre, de su evolución constante, pongamosnos por unos momentos en la vida de ese hombre que vivía en estas cuevas, que se levantaba con las primeras luces del día para cazar o cultivar para tener alimentos. En ese libro de la historia del hombre si saltamos de la página del paleolítico a la de hoy nos parece sorprendente la capacidad del hombre, es un libro en el que se sigue escribiendo no tiene última página, cada generación va escribiendo su página.
   
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ww.marianoseral.com j. Mariano Seral