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LA CUEVA DE LOS MURCIELAGOS
 
 

 

La cueva de los Murciélagos se sitúa en las inmediaciones del embalse de Vadiello en el tozal Cornito. Como en toda excursión llevar la indumentaria adecuada, botas, bastón, móvil, no ir solos, ser respetuosos con la naturaleza, ser conscientes de nuestras condiciones físicas, etc, también será necesario llevar linterna.

 
 
 
 

 
 

Cada vez que observamos dicho tozal nuestra vista siempre se detiene en los pétreos crestones grisáceos, pertenecientes a una estratificación vertical que se combinan con el verde de la carrasca, esa verticalidad de los estratos como en el Borón, Fragineto,es indicativo de que esta zona estuvo sometida a fuertes presiones, también nos da información sobre que formaciones montañosas fueron anteriores.

 
 
 
 
 
 
 
Nos detenemos durante unos minutos para observar los Mallos de Lazas, El Puro, Pico de San Jorge, La Mitra, conformando un macizo rocoso de conglomerado de estratificación horizontal.
 
 
El Borón, Vadiello y todo su entorno presenta una gran riqueza paisajística, tonos azulados con alguna pincelada rojiza de las calizas y de los macizos de conglomerado , pequeñas motas de verde correspondiente a la vegetación que se aferran a cualquier pequeña fisura del terreno, diferentes tonalidades de verde de las carrascas, buchos, el agua del embalse, bajo el azul del cielo con sus nubes cabalgando sobre las formaciones montañosas a merced del viento.

 
Establecemos como punto de partida el Refugio de Peña Guara, la senda parte unos metros antes de este edificio y va descendiendo en zigzag entre pino, conforme nos acercamos al Río Guatizalema podemos escuchar el murmullo del discurrir de sus aguas, en pocos minutos llegamos al cauce que deberemos vadear, nos detenemos durante unos minutos para mirar las pared este de la cuenca fluvial, tonos grises con alguna pincelada ocre con numerosas motas verde de la vegetación que echa raíces en las pequeñas fisuras. Nos descalzamos y cruzamos las frías aguas del Guatizalema, la senda sigue a mano izquierda durante unos metros paralela al río, para luego ir ascendiendo por una pequeña vaguada, el pino de repoblación va desapareciendo dejando paso a la coscollera, buchos, aliagas, zarzas, etc. La senda pierde el descansillo del zigzag y se va cerrando. Sufrimos el roce de la vegetación en nuestras piernas.


En un bloque de conglomerado se encuentra la entrada a esta pequeña cueva, emitimos algún sonido para asegurarnos que no hay ningún animal en su interior al que podamos sorprender al entrar, encendemos la linterna y empezamos a entrar, tiene una pronunciada pendiente hacia el interior, en la entrada a mano izquierda se ha desprendido algún bloque de conglomerado
 
 
notamos que es un lugar fresco, nos abrigamos, dejamos de oír el sonido del campo (pájaros, vegetación agitada por la brisa) para entrar en un mundo de silencio irrumpido por las pequeñas gotas de agua que caen lentamente y van depositando los carbonatos formando las estalactitas y estalagmitas, al iluminar la cavidad vemos el brillo de las pequeñas gotas de agua.
 
 
Los textos de este párrafo pertenecen a la segunda bibliografía citada al pie de esta página: "A. Castán cita el hallazgo de unos fragmentos de cerámica gruesa, de superficie rugosa, que equipara con las aparecidas en la Cueva de la Sierra de Campodarbe, de la Edad de Bronce.
Desde la boca se abre hacia el Oeste una pequeña galería lateral que parece haber sido formada por el desplome de la visera original, lo que supondría la existencia de un vestíbulo o abrigo exterior con buenas condiciones de habitabilidad, mientras que la angosta boca actual limita muy negativamente la habitación del lugar."
 
 
Los textos de este párrafo pertenecen a la segunda bibliografía citada al pie de esta página: "Abrimos un par de pequeños sondeos en el suelo de tierra que se acumula en la parte baja de la rampa de acceso, hacia el Este, intentando localizar un foco de materiales. El resultado de ambas actuaciones fue totalmente nulo, apareciendo sólo un relleno de tierra mezcladas con una gran cantidad de cantos heredados y espeleotemas fragmentados (estalactitas y estalagmitas) sin que localizáramos ningún resto arqueológico. Hemos de indicar que por toda la cueva, especialmente en este tramo inferior donde pueden concentrarse por gravedad, aparecen dispersos multitud de carbones de tamaños varios, que en ese momento identificamos con restos de teas para la iluminación, si bien es posible que alguno de ellos procediera de la acumulación mencionada por A. Castán."

Días antes habíamos leído también el libro de Adolfo Castán Lugares Mágicos del AltoAragón donde habla de esta cueva, al estar en su interior sin lugar a duda nos evocaba el nombre de su libro: Lugares Mágicos.
 
Bibliografía:
1- Lugares Mágicos del AltoAragón de Adolfo Castán. Mi agradecimiento también al autor de dicho libro, sin sus indicaciones no hubiese podido localizar esta cueva.
2- SALDVIE- Estudios de Prehistoria y Arqueología nº 4 año 2004 Departamento de Ciencias de la Antigüedad Universidad de Zaragoza. (Prospecciones y sondeos en las Sierras Exteriores de Aragón. VI CAMPAÑA. 2003. Mº Lourdes Montes, José Antonio Cuchí, Rafael Domingo, Manuel Martínez Bea )
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ww.marianoseral.com j. Mariano Seral