G E O L O G I A  Y  E R O S I O N
 
 
En el monte de Coscullano, una ligera observación sobre el terreno nos permite constatar que la disposición de los estratos del terreno están en posición horizontal, dichos estratos son de origen sedimentario. Cuando nos dirigimos a la Balsa Nueva, vemos como se intercalan estratos de tierras arcillosas con estratos de roca arenisca unas veces de mayor dureza y otras de menor, unas de mayor grosor y otras de menor, alguna de estas rocas se han ido utilizando en la construcción de paredes de campos o en paredes de viviendas.

Cualquier roca, estrato, tozal, montaña, etc, que aflore a la superficie está sometida a la erosión. La acción de la lluvia, la acción del viento que arrastra en suspensión pequeñas partículas de arena que las lanza como proyectiles contra las rocas, esas partículas hacen una mayor incisión sobre la base de la roca ya que cuanto más pesa más cerca del suelo viajan. El contraste de las temperaturas, cuando hiela la roca se contrae, mientras que cuando esta sometida a los rayos del sol se dilata, la acción combinada del agua y el hielo, también contribuyen a la erosión de las rocas.

El agua va arrastrando los materiales que encuentra a su paso en este caso una roca impide el arrastre de los materiales que hay bajo ella.
La erosión va modelando el paisaje, es una acción lenta se mide en miles de años, y en millones de años es más apreciable sobre el terreno los efectos causados. En ocasiones quizás se nos olvida, y nos parece que el paisaje es inalterable que permanece siempre igual en cuanto a accidentes geográficos, ya que la vida media de la persona es de unos 80 años, podemos ver crecer a un niño o un árbol pero ver como un río crea un cañón o como la erosión hace desaparecer una montaña esta fuera de nuestro alcance.

En las inmediaciones de la Balsa Nueva podemos observar que bajo un estrato de roca gruesa de varios metros hay un estrato arcilloso de menor dureza, el agua lo va desgastando hasta que la roca que se encuentra sobre el pierde su punto de equilibrio y por acción de la gravedad caerá por la ladera, desplazándose unos metros.

El agua que se va introduciendo por las grietas de las rocas, en invierno cuando se hiela hace el efecto de una cuña que agrieta un poco más esa roca y permite la entrada de más agua, que se vuelva a helar y de nuevo hacer ese efecto cuña. En este caso también han contribuido las raíces a disgregar la roca, consiguiendo un corte vertical de una losa.

Siguiendo el camino de Ibieca, cuando llegamos al barranco, a la altura de la Tejería, nos encontramos que el barranco en un tramo ha esculpido en la roca su curso adquiriendo un aspecto peculiar. Cuando hay una tormenta el agua arrastra piedras y arena estos materiales golpean contra las paredes del curso como si de un cincel se tratase en manos del escultor.

En el Barranco del Sotal a la altura de San Pedro, podemos observar una pequeña cascada. Cuando el agua en el curso del barranco se encuentra con rocas que debido a su dureza no es capaz de desgastar se producen pequeños saltos. En este caso el agua ha ido socabando la base y se esta produciendo un retroceso de la cascada.

Las rocas que encontramos tanto en la Sarda como en la Cruz Blanca, tienen una forma ovalada, carecen de aristas pronunciadas, lo cual nos indica que en algún momento fueron transportadas por el agua, y en el choque de unas contra otras o con el propio terreno fueron perdiendo esos ángulos, adquiriendo cada vez una forma más ovalada. Algunas de estas rocas tienen incrustados fósiles.
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ww.marianoseral.com j. Mariano Seral