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Ermita
de San Pedro Mártir:
El edificio es de sillería y tapial, de una nave de dos tramos separados por un arco diafragma apuntado. En mitad del tramo más largo, un pilar contribuye también a sostener la cubierta, que es de maderos colocados en dirección de las aguas. La entrada está en el lado de la epístola y es bajo arco de medio punto de dovelas lisas. Sobre el arco aparece la fecha 1.656, que es la de construcción de la ermita. Aunque estuvo abandonada durante unos años, en la actualidad se encuentra restaurada. Las labores de restauración fueron llevadas a cabo por los vecinos de dicha localidad. En su interior, el edificio está recorrido por un banco de piedra, y queda la mesa-altar, que es de sillares que sostienen un ara de piedra. A la entrada hay una pila de agua bendita, que es trabajo artesanal adornado con un balaústre. Dicha ermita se encuentra en las proximidades del pueblo, después de terminar las labores de restauración se hizo un camino para acceder a ella. En tiempos hubo dos ermitas más: la de San Bartolemé que fue derruida para emplear sus materiales en la construcción de la iglesia y la de San Miguel, convertida en cementerio.
Trabajos de restauración:
publicación en prensa sobre
la ermita Fotografías restauración: José Maria Aso Se
han llevado labores de desbroce en el entorno próximo a la ermita
y mejora del acceso por la vertiente sur con la construcción de
unas escalera de siete escalones de piedra y un muro de
mampostería, en el lado izquierdo de dicha escalera los mampuestos están
distribuidos en hileras regulares (dichos mampuestos proceden del paraje
conocido como la Cabañera). Al
retirar la maleza ha quedado
visible un pequeño muro de piedra seca en la parte anterior a la cruz, de
mampuestos de tamaño irregular así como su distribución, el cual ha sido
restaurado y recrecido. Manuel
P Benito en un artículo en la Nueva España (14/10/79), realiza una
descripción de la Ermita, encuadrándola en el gótico primitivo. La
ermita de construcción de mampostería se aprecia el recrecimiento de
sus muros, cuando se aumento su altura se utilizaron mampuestos más pequeños
y ligeramente retocados, en los pilares se utilizo ladrillos. En la pared
este los mampuesto que se utilizaron son de mayor tamaño que en la pared
oeste. Si bien en el románico los muros se caracterizaban por su grosor
con el fin de soportar las fuerzas de la estructura, cuando se disminuye
su anchura es necesario poner contrafuertes, en la pared sur podemos ver
tres contrafuertes y en la norte uno. La puerta de acceso al interior: con
arco de medio punto de siete dovelas, con sus jambas y branquil. Situada
en la vertiente suroeste de un tozal, cimentada sobre una veta de piedra
se encuentra la ermita, enclave desde el cual se disfruta de una buena
vista, por el norte la Sierra de Guara, cada día presenta matices diferentes,
hoy podemos ver las nubes cabalgar sobre sus crestas, impulsadas por
el cierzo. Por el oeste Cuello Bail, y la Atalaya de Santa Eulalia.
Por el sur los campos de sembrado y olivos, la maleza más exuberante
en las zonas de humedad dibuja el trazado del barranco del Sotal en
su intersección con la carretera. Por el este podemos ver las diferentes
construcciones que conforman Coscullano, sus paredes, sus pilares de
sillería, sus tejados de teja árabe,
sus terrazas buscando la vertiente soleada, de entre todas las
construcciones destacando la Iglesia.
Mayo del 2008, se llevan acabo trabajos de mejora en el entorno de la ermita en la vertiente oeste: Se ha construido un muro de mampostería retocada siguiendo hileras regulares, enrasando con el nivel del estrato pétreo de arenisca sobre el que se asienta la ermita, permitiendo de este modo consolidad el terreno por esta vertiente que había sufrido la pertinaz erosión. Sobre este muro se ha colocado una pequeña valla de madera. |
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